Vivimos en una sociedad donde el poder del dinero lo es todo. Donde la riqueza comunitaria está injusta e insolidariamente distribuida. Es una sociedad donde se sobrevive más que se vive. Una sociedad donde los hijos son un problema -recordemos que España es el país europeo con más baja natalidad- y los ancianos una carga que nutre las residencias de la tercera edad. En efecto, hijos y ancianos se han convertido en un auténtico estorbo para muchas familias que no están dispuestas a ceder tiempo de su ocio consumista.
Es una sociedad donde las familias humildes sufren diariamente las injusticias de este Sistema donde los abusos están amparados por unas leyes laborales "basura" que en nada ayudan a los más débiles económicamente. Es una sociedad donde las necesidades básicas de todo ciudadano se han convertido en un lujo: trabajo, vivienda, sanidad...
Es una sociedad que requiere una transformación radical. Es esencial un cambio de mentalidad, capaz de desterrar al materialismo como eje de toda existencia Debemos de luchar para conseguir la consolidación de nuevos valores éticos que sustituyan al actual valor "dinero" por otros de espíritu más solidario.
La victoria del sistema
El izquierdismo, los movimientos sociales de izquierda, como alternativas al sistema capitalista, están totalmente desfasados y han fracasado radicalmente, y no es menos cierto que el sindicalismo de clase, desarrollado, alimentado y financiado por el sistema, está inmerso en la caducidad.
Si consideramos a la clase trabajadora como eje del movimiento revolucionario de lucha para la transformación de la sociedad, éste, hoy por hoy, ha fenecido como tal. Si ayer los sindicatos eran la vanguardia de la revolución, hoy y sin lugar a dudas, podemos afirmar que se han convertido en la retaguardia de la reacción y piezas fundamentales del consumismo burgués y del sistema economicista. La actual sociedad capitalista, mediante el consumismo y su moral economicista, ha convertido al trabajador en un mero objeto materialista fácilmente manseado con ligeras concesiones laborales.
El trabajador en muchos casos ya no lucha con moral solidaria, tan sólo cree en vivir sin problemas, en el valor “dinero” y en el poder que éste genera. Así mismo, el sindicato ya no es el vehículo de organización del proletariado. Este se encuentra perfectamente estructurado en el engranaje del sistema. Hoy los sindicatos sólo son empresas de gestión para las mejoras laborales, centros de organización de recreos varios para los trabajadores y estructuras para la celebración de romerías folklóricas y nada reivindicativas como el 1º de mayo. Los sindicatos son hoy las mejores organizaciones de control y coacción de los trabajadores.
El sindicalismo como movimiento obrero de participación, de reivindicación social, de lucha y de base revolucionaria, ha muerto; ha sido vencido por el consumismo, por la búsqueda del poder del dinero, por la acumulación del capital, por las subvenciones estatales y por las mafias sindicales. Hoy la lucha de clases, mito del izquierdismo, ya no existe como tal, existe la lucha del yo por el ego, existe la lucha del antes tú, ahora yo.
Los trabajadores somos, como ayer, mercancía que se usa y se cambia. Somos seres que vivimos de un salario y éste se ha convertido en nuestra esclavitud.
Es necesaria, ante esta victoria del Sistema, una reorganización de toda la Clase Revolucionaria para hacer frente al injusto orden de cosas actual y a su punta de lanza: la Clase del Sistema. Urge pues, una total ruptura con las fuerzas políticas y sindicales del Sistema. Una ruptura que debe de articular una fuerza popular capaz de coordinar la protesta parcial y convertirla en una propuesta global.
El Movimiento Social Republicano y los trabajadores
Muchos son los que después de largas horas de trabajo se refugian en el calor de unas copas, en la cómoda butaca de su hogar frente a la televisión o de cualquier cine donde se proyecte el último éxito cinematográfico yankee. Todo ello adornado con una esponjosa hamburguesa y su inseparable compañera sentimental, la Coca-Cola. Pero hay, también, quien convierte todas las horas de su existencia en horas de lucha. Es aquél a quien le hierve la sangre ante la injusticia, ante los abusos y la explotación, es aquél que sin olvidarse de su familia o de sus amigos, no duda en liberar toda su rebeldía en la lucha diaria, en la denuncia de un Sistema capitalista que se sustenta en la explotación del hombre por el hombre.
El MSR reivindica para todos los trabajadores el siguiente Decálogo, un decálogo cargado de reivindicaciones y propuestas, las cuales sólo se podrán llevar a cabo con la fuerza de todos los trabajadores revolucionarios, una fuerza que tiene que desarrollarse unitariamente, solidariamente, sin intereses propios o de partido. Hay que hacer prevalecer la solidaridad en las luchas y en las reivindicaciones. La Libertad y la Justicia para todos los trabajadores está en la Lucha, y la Lucha es contra el Sistema:
1° Un sindicato único e independiente.
Frente al sindicalismo actual de signo capitalista, donde los trabajadores son meros instrumentos de los sindicatos serviles y del Gran Capital, concebidos para dividir a los trabajadores, nosotros defendemos el siguiente sindicalismo:
Independiente, del poder o de cualquier grupo de presión, que esté verdaderamente al servicio de los intereses de los trabajadores;
Revolucionario, porque debe aspirar a invertir este orden injusto por un orden social, solidario, libre, justo y comunitario;
De Lucha, porque sólo con la acción se puede conseguir una auténtica defensa de los trabajadores;
Participativo, donde el trabajador pueda expresar libremente sus propuestas e iniciativas concretas.
Creemos en un sindicato único en el que todos tengan cabida; un sindicato independiente del Gobierno y de las subvenciones de éste, de los partidos políticos del Sistema y por supuesto de las Organizaciones Empresariales; queremos un sindicato que esté al servicio del trabajador y no éste al servicio del sindicato.
La unidad de los trabajadores es el único medio para alcanzar nuestras reivindicaciones, y nuestra independencia debe ser el motor que ponga en marcha la maquinaria de nuestra revolución.
2° Una empresa de todos
La empresa debe ser concebida como una unión de esfuerzos. Queremos que trabajadores y empresarios convivan responsabilizando ambas conductas. Los trabajadores queremos conocer la marcha de nuestra empresa, no sólo cuando va mal, sino también cuando genera beneficios. Queremos participar en la gestión, dirección y resultados. Queremos obtener unos beneficios acordes con nuestras aportaciones y con la plusvalía generada por nuestro esfuerzo.
El trabajo es nuestro capital, nuestra productividad y nuestro derecho. Queremos su justa retribución. Basta de abusos empresariales, basta de parasitismo obrero.
3° Un salario justo
Con el salario mínimo interprofesional o con sueldos “mileuristas” nadie puede vivir, por eso no pedimos salarios justos y dignos, los EXIGIMOS. Los salarios son nuestros porque nos corresponden, porque son la contraprestación a nuestro trabajo.
Hemos de denunciar los abusos salariales a que son sometidos infinidad de trabajadores, los cuales no tienen más remedio que aceptar debido a su imperiosa necesidad de cubrir las necesidades básicas de subsistencia.
El masivo movimiento migratorio a España y Europa está produciendo que, debido a la necesidad y conformidad de los inmigrantes, los salarios y derechos laborales conquistados por los trabajadores a base de sacrificios durante siglos, se estén viendo reducidos y pisoteados por parte de los poderes empresariales y financieros con tal de aumentar sus beneficios. Los inmigrantes, por poco que cobren, es más de lo que percibirían en sus países de origen, pero esto repercute directamente en la población autóctona. Es por esto que debe tener prioridad un español, por devoción u obligación, en paro que un inmigrante ante un puesto de trabajo.
Exigimos la limitación de los sueldos de todos los cargos políticos, que recibirán una remuneración justa pero que en ningún caso será exorbitada. Al abandonar un cargo público no se recibirá remuneración alguna que no sea la prestación por desempleo en igualdad de condiciones con cualquier trabajador.
Prestaciones familiares por hijos a cargo que supongan un estímulo para la formación de la familia.
4º Trabajo fijo
Defendemos el trabajo como un derecho inalienable. Hoy no existe ninguna seguridad de poder mantener un puesto de trabajo. Todos los trabajadores estamos inmersos en la inseguridad que generan los nuevos contratos de trabajo. Es obvio que ante tales circunstancias ningún trabajador puede dotarse de la estabilidad necesaria para independizarse o formar una familia.
5° Un seguro de desempleo eficaz
Todos los trabajadores, absolutamente todos, tienen derecho a percibir un Seguro de Desempleo suficiente cuando por la falta de trabajo no puede percibir sus salarios.
El Estado debe de garantizar la percepción de un salario a todas las personas que se hayan visto abocadas al paro. Obligando a todo trabajador que perciba dicho seguro de desempleo a realizar trabajos de carácter social en beneficio de la Comunidad o a seguir cursos formativos encaminados a mejorar su formación profesional y a facilitar así su acceso a un puesto de trabajo. Aún, a día de hoy, destacamos que los trabajadores autónomos carecen de derecho a una prestación por desempleo. Asimismo se deberá penar a todos aquellos que se dediquen a vivir parasitariamente, aprovechando tal situación.
Es necesaria una real y mayor atención con ayudas sociales para los jóvenes, discapacitados físicos y/o psíquicos y personas de cierta edad para la consecución de empleo. En tal sentido pedimos el fomento de todo tipo de sociedades comunales y laborales que pudieran surgir de la iniciativa de los trabajadores.
6° Salarios reales en caso de enfermedad y/o accidente
Es imprescindible la percepción de salarios reales en caso de accidente o enfermedad. Debemos insistir en que cuando el trabajador cae enfermo o accidentado es cuando más necesita unos ingresos dignos. Reivindicamos salarios reales para todos los trabajadores enfermos o accidentados.
Debemos prestar aquí especial atención a los trabajadores autónomos los cuales se encuentran totalmente desasistidos con la actual legislación.
7º Una reforma fiscal justa
Hoy estamos pagando más, mucho más de lo que en realidad debiéramos. La normativa fiscal, proporcionalmente, grava más en nuestro salario que en los beneficios de los Grandes Capitales. Por eso EXIGIMOS una urgente reforma de nuestro Sistema Fiscal, para que el reparto sea más justo, más equitativo y para que el importe de nuestros impuestos repercutan en mejorar y favorecer las necesidades básicas de nuestra comunidad.
La reducción de impuestos a las pequeñas y medianas empresas y autónomos que se ven ahogadas por ellos y ante la competencia desleal de comercios de dudoso origen regentados por inmigrantes con beneficios fiscales y con libertad de horarios, así como ante las grandes superficies comerciales, y por el cada vez más común intrusismo laboral. Las PYMES no se ven capaces de si quiera poder contratar empleados ante impuestos y lo expuesto anteriormente.
Control implacable por parte del Estado que erradique el fraude y lo penalice severamente. Si todos, empresarios y trabajadores salen beneficiados en la reforma fiscal, por un bien común, estos fraudes desaparecerían.
8º Una jubilación justa
¿Cuánto hay que trabajar para obtener un descanso merecido? No nos podemos conformar con lo que tenemos. Queremos una jubilación justa. Justa en el tiempo, justa en la cuantía de la percepción. Por ello reclamamos:
- Percibir el salario real en todos los casos.
- Revisión anual de las pensiones de acuerdo con el aumento del coste de la vida.
-Jubilación obligatoria a los 60 años para todos los trabajadores, salvo casos excepcionales (en los que se podrá producir antes o después de esta edad en función de la actividad que desarrolle el trabajador, su estado de salud y el interés social del trabajo que realice).
- Revisión de los actuales topes mínimos y máximos de las pensiones para evitar las grandes desigualdades que actualmente se producen.
9º Viviendas sociales
Hacen falta suficientes viviendas dignas para los trabajadores. Hay que hacer frente al estado de cosas actual que grava el coste de la vivienda de forma que nos vemos obligados a endeudamos de por vida para poder adquirir una vivienda. Por ello pedimos:
- Créditos a bajo interés para viviendas sociales.
- Construcción de viviendas dignas, acordes con la necesidad social, económica y familiar.
- Freno y penalización para los negocios especulativos en materia de vivienda.
- Exenciones y ayudas especiales para facilitar el acceso a la vivienda a las familias numerosas o a las que convivan con sus mayores.
10º Dignificación del trabajo rural
Es necesaria la inmediata dignificación del obrero del campo. Es imprescindible que la población agrícola disfrute de una calidad de vida superior a la actual, mediante la mejora de equipamientos familiares, en comunicaciones, en enseñanza, en asistencias, en sanidad...; apoyando las empresas comunitarias y autogestionarias; con mejores técnicas y de mecanización; así como la creación de empresas en el ámbito rural que acaben con el trabajo estacional.
Debemos de potenciar la vida rural. Es necesaria una vuelta al campo, una vuelta a la naturaleza.
Es urgente dotar al campo español de aquellas infraestructuras y servicios que solo se encuentran en las ciudades para que el hecho de vivir en el medio rural no implique un menoscabo en el desarrollo integral de la persona.
El Movimiento Social Republicano y la lucha de los trabajadores
El MSR para que los trabajadores no seamos objetos del capital. Considera necesario una Alternativa que acabe con los abusos de los empresarios y del Gran Capital. No podemos permitir por más tiempo que los trabajadores, debido a la necesidad vital que todos tenemos por sobrevivir, aceptemos las condiciones inhumanas y humillantes a las cuales muchos de nosotros nos vemos abocados.
El MSR reivindica un VERDADERO SOCIALISMO, comunitario y nacional, un socialismo que acabe con este sistema laboral que solo beneficia a los empresarios desaprensivos y a los parásitos.
El MSR exige de forma inmediata las siguientes reivindicaciones:
- Reducción de la jornada laboral a 35 horas - de partida- sin disminución del salario.
- Una justa y real percepción de pensiones dignas. Basta de limosnas para nuestros jubilados;
- La transformación de todas las formas de empleo precarias en contratos indefinidos. Trabajo fijo y estable para todos;
- Plena igualdad de derechos y obligaciones laborales para hombres y mujeres. Hoy en pleno siglo XXI, todavía se dan a menudo casos de flagrante discriminación laboral por razones de sexo;
- El aumento del salario mínimo interprofesional hasta los 1000 euros, con una revisión anual acorde con el aumento del coste de la vida. Si los políticos se aprueban sueldos elevadísimos ¿con que derecho dictan salarios basura?;
- Endurecimiento de penas para todos aquellos empresarios que defrauden al Estado y que perjudiquen la integridad y los derechos del trabajador. Asimismo, penar también con dureza a los parásitos de nuestra comunidad, es decir, a todos aquellos que viven de la estafa social y laboral.
Es una sociedad donde las familias humildes sufren diariamente las injusticias de este Sistema donde los abusos están amparados por unas leyes laborales "basura" que en nada ayudan a los más débiles económicamente. Es una sociedad donde las necesidades básicas de todo ciudadano se han convertido en un lujo: trabajo, vivienda, sanidad...
Es una sociedad que requiere una transformación radical. Es esencial un cambio de mentalidad, capaz de desterrar al materialismo como eje de toda existencia Debemos de luchar para conseguir la consolidación de nuevos valores éticos que sustituyan al actual valor "dinero" por otros de espíritu más solidario.
La victoria del sistema
El izquierdismo, los movimientos sociales de izquierda, como alternativas al sistema capitalista, están totalmente desfasados y han fracasado radicalmente, y no es menos cierto que el sindicalismo de clase, desarrollado, alimentado y financiado por el sistema, está inmerso en la caducidad.
Si consideramos a la clase trabajadora como eje del movimiento revolucionario de lucha para la transformación de la sociedad, éste, hoy por hoy, ha fenecido como tal. Si ayer los sindicatos eran la vanguardia de la revolución, hoy y sin lugar a dudas, podemos afirmar que se han convertido en la retaguardia de la reacción y piezas fundamentales del consumismo burgués y del sistema economicista. La actual sociedad capitalista, mediante el consumismo y su moral economicista, ha convertido al trabajador en un mero objeto materialista fácilmente manseado con ligeras concesiones laborales.
El trabajador en muchos casos ya no lucha con moral solidaria, tan sólo cree en vivir sin problemas, en el valor “dinero” y en el poder que éste genera. Así mismo, el sindicato ya no es el vehículo de organización del proletariado. Este se encuentra perfectamente estructurado en el engranaje del sistema. Hoy los sindicatos sólo son empresas de gestión para las mejoras laborales, centros de organización de recreos varios para los trabajadores y estructuras para la celebración de romerías folklóricas y nada reivindicativas como el 1º de mayo. Los sindicatos son hoy las mejores organizaciones de control y coacción de los trabajadores.
El sindicalismo como movimiento obrero de participación, de reivindicación social, de lucha y de base revolucionaria, ha muerto; ha sido vencido por el consumismo, por la búsqueda del poder del dinero, por la acumulación del capital, por las subvenciones estatales y por las mafias sindicales. Hoy la lucha de clases, mito del izquierdismo, ya no existe como tal, existe la lucha del yo por el ego, existe la lucha del antes tú, ahora yo.
Los trabajadores somos, como ayer, mercancía que se usa y se cambia. Somos seres que vivimos de un salario y éste se ha convertido en nuestra esclavitud.
Es necesaria, ante esta victoria del Sistema, una reorganización de toda la Clase Revolucionaria para hacer frente al injusto orden de cosas actual y a su punta de lanza: la Clase del Sistema. Urge pues, una total ruptura con las fuerzas políticas y sindicales del Sistema. Una ruptura que debe de articular una fuerza popular capaz de coordinar la protesta parcial y convertirla en una propuesta global.
El Movimiento Social Republicano y los trabajadores
Muchos son los que después de largas horas de trabajo se refugian en el calor de unas copas, en la cómoda butaca de su hogar frente a la televisión o de cualquier cine donde se proyecte el último éxito cinematográfico yankee. Todo ello adornado con una esponjosa hamburguesa y su inseparable compañera sentimental, la Coca-Cola. Pero hay, también, quien convierte todas las horas de su existencia en horas de lucha. Es aquél a quien le hierve la sangre ante la injusticia, ante los abusos y la explotación, es aquél que sin olvidarse de su familia o de sus amigos, no duda en liberar toda su rebeldía en la lucha diaria, en la denuncia de un Sistema capitalista que se sustenta en la explotación del hombre por el hombre.
El MSR reivindica para todos los trabajadores el siguiente Decálogo, un decálogo cargado de reivindicaciones y propuestas, las cuales sólo se podrán llevar a cabo con la fuerza de todos los trabajadores revolucionarios, una fuerza que tiene que desarrollarse unitariamente, solidariamente, sin intereses propios o de partido. Hay que hacer prevalecer la solidaridad en las luchas y en las reivindicaciones. La Libertad y la Justicia para todos los trabajadores está en la Lucha, y la Lucha es contra el Sistema:
1° Un sindicato único e independiente.
Frente al sindicalismo actual de signo capitalista, donde los trabajadores son meros instrumentos de los sindicatos serviles y del Gran Capital, concebidos para dividir a los trabajadores, nosotros defendemos el siguiente sindicalismo:
Independiente, del poder o de cualquier grupo de presión, que esté verdaderamente al servicio de los intereses de los trabajadores;
Revolucionario, porque debe aspirar a invertir este orden injusto por un orden social, solidario, libre, justo y comunitario;
De Lucha, porque sólo con la acción se puede conseguir una auténtica defensa de los trabajadores;
Participativo, donde el trabajador pueda expresar libremente sus propuestas e iniciativas concretas.
Creemos en un sindicato único en el que todos tengan cabida; un sindicato independiente del Gobierno y de las subvenciones de éste, de los partidos políticos del Sistema y por supuesto de las Organizaciones Empresariales; queremos un sindicato que esté al servicio del trabajador y no éste al servicio del sindicato.
La unidad de los trabajadores es el único medio para alcanzar nuestras reivindicaciones, y nuestra independencia debe ser el motor que ponga en marcha la maquinaria de nuestra revolución.
2° Una empresa de todos
La empresa debe ser concebida como una unión de esfuerzos. Queremos que trabajadores y empresarios convivan responsabilizando ambas conductas. Los trabajadores queremos conocer la marcha de nuestra empresa, no sólo cuando va mal, sino también cuando genera beneficios. Queremos participar en la gestión, dirección y resultados. Queremos obtener unos beneficios acordes con nuestras aportaciones y con la plusvalía generada por nuestro esfuerzo.
El trabajo es nuestro capital, nuestra productividad y nuestro derecho. Queremos su justa retribución. Basta de abusos empresariales, basta de parasitismo obrero.
3° Un salario justo
Con el salario mínimo interprofesional o con sueldos “mileuristas” nadie puede vivir, por eso no pedimos salarios justos y dignos, los EXIGIMOS. Los salarios son nuestros porque nos corresponden, porque son la contraprestación a nuestro trabajo.
Hemos de denunciar los abusos salariales a que son sometidos infinidad de trabajadores, los cuales no tienen más remedio que aceptar debido a su imperiosa necesidad de cubrir las necesidades básicas de subsistencia.
El masivo movimiento migratorio a España y Europa está produciendo que, debido a la necesidad y conformidad de los inmigrantes, los salarios y derechos laborales conquistados por los trabajadores a base de sacrificios durante siglos, se estén viendo reducidos y pisoteados por parte de los poderes empresariales y financieros con tal de aumentar sus beneficios. Los inmigrantes, por poco que cobren, es más de lo que percibirían en sus países de origen, pero esto repercute directamente en la población autóctona. Es por esto que debe tener prioridad un español, por devoción u obligación, en paro que un inmigrante ante un puesto de trabajo.
Exigimos la limitación de los sueldos de todos los cargos políticos, que recibirán una remuneración justa pero que en ningún caso será exorbitada. Al abandonar un cargo público no se recibirá remuneración alguna que no sea la prestación por desempleo en igualdad de condiciones con cualquier trabajador.
Prestaciones familiares por hijos a cargo que supongan un estímulo para la formación de la familia.
4º Trabajo fijo
Defendemos el trabajo como un derecho inalienable. Hoy no existe ninguna seguridad de poder mantener un puesto de trabajo. Todos los trabajadores estamos inmersos en la inseguridad que generan los nuevos contratos de trabajo. Es obvio que ante tales circunstancias ningún trabajador puede dotarse de la estabilidad necesaria para independizarse o formar una familia.
5° Un seguro de desempleo eficaz
Todos los trabajadores, absolutamente todos, tienen derecho a percibir un Seguro de Desempleo suficiente cuando por la falta de trabajo no puede percibir sus salarios.
El Estado debe de garantizar la percepción de un salario a todas las personas que se hayan visto abocadas al paro. Obligando a todo trabajador que perciba dicho seguro de desempleo a realizar trabajos de carácter social en beneficio de la Comunidad o a seguir cursos formativos encaminados a mejorar su formación profesional y a facilitar así su acceso a un puesto de trabajo. Aún, a día de hoy, destacamos que los trabajadores autónomos carecen de derecho a una prestación por desempleo. Asimismo se deberá penar a todos aquellos que se dediquen a vivir parasitariamente, aprovechando tal situación.
Es necesaria una real y mayor atención con ayudas sociales para los jóvenes, discapacitados físicos y/o psíquicos y personas de cierta edad para la consecución de empleo. En tal sentido pedimos el fomento de todo tipo de sociedades comunales y laborales que pudieran surgir de la iniciativa de los trabajadores.
6° Salarios reales en caso de enfermedad y/o accidente
Es imprescindible la percepción de salarios reales en caso de accidente o enfermedad. Debemos insistir en que cuando el trabajador cae enfermo o accidentado es cuando más necesita unos ingresos dignos. Reivindicamos salarios reales para todos los trabajadores enfermos o accidentados.
Debemos prestar aquí especial atención a los trabajadores autónomos los cuales se encuentran totalmente desasistidos con la actual legislación.
7º Una reforma fiscal justa
Hoy estamos pagando más, mucho más de lo que en realidad debiéramos. La normativa fiscal, proporcionalmente, grava más en nuestro salario que en los beneficios de los Grandes Capitales. Por eso EXIGIMOS una urgente reforma de nuestro Sistema Fiscal, para que el reparto sea más justo, más equitativo y para que el importe de nuestros impuestos repercutan en mejorar y favorecer las necesidades básicas de nuestra comunidad.
La reducción de impuestos a las pequeñas y medianas empresas y autónomos que se ven ahogadas por ellos y ante la competencia desleal de comercios de dudoso origen regentados por inmigrantes con beneficios fiscales y con libertad de horarios, así como ante las grandes superficies comerciales, y por el cada vez más común intrusismo laboral. Las PYMES no se ven capaces de si quiera poder contratar empleados ante impuestos y lo expuesto anteriormente.
Control implacable por parte del Estado que erradique el fraude y lo penalice severamente. Si todos, empresarios y trabajadores salen beneficiados en la reforma fiscal, por un bien común, estos fraudes desaparecerían.
8º Una jubilación justa
¿Cuánto hay que trabajar para obtener un descanso merecido? No nos podemos conformar con lo que tenemos. Queremos una jubilación justa. Justa en el tiempo, justa en la cuantía de la percepción. Por ello reclamamos:
- Percibir el salario real en todos los casos.
- Revisión anual de las pensiones de acuerdo con el aumento del coste de la vida.
-Jubilación obligatoria a los 60 años para todos los trabajadores, salvo casos excepcionales (en los que se podrá producir antes o después de esta edad en función de la actividad que desarrolle el trabajador, su estado de salud y el interés social del trabajo que realice).
- Revisión de los actuales topes mínimos y máximos de las pensiones para evitar las grandes desigualdades que actualmente se producen.
9º Viviendas sociales
Hacen falta suficientes viviendas dignas para los trabajadores. Hay que hacer frente al estado de cosas actual que grava el coste de la vivienda de forma que nos vemos obligados a endeudamos de por vida para poder adquirir una vivienda. Por ello pedimos:
- Créditos a bajo interés para viviendas sociales.
- Construcción de viviendas dignas, acordes con la necesidad social, económica y familiar.
- Freno y penalización para los negocios especulativos en materia de vivienda.
- Exenciones y ayudas especiales para facilitar el acceso a la vivienda a las familias numerosas o a las que convivan con sus mayores.
10º Dignificación del trabajo rural
Es necesaria la inmediata dignificación del obrero del campo. Es imprescindible que la población agrícola disfrute de una calidad de vida superior a la actual, mediante la mejora de equipamientos familiares, en comunicaciones, en enseñanza, en asistencias, en sanidad...; apoyando las empresas comunitarias y autogestionarias; con mejores técnicas y de mecanización; así como la creación de empresas en el ámbito rural que acaben con el trabajo estacional.
Debemos de potenciar la vida rural. Es necesaria una vuelta al campo, una vuelta a la naturaleza.
Es urgente dotar al campo español de aquellas infraestructuras y servicios que solo se encuentran en las ciudades para que el hecho de vivir en el medio rural no implique un menoscabo en el desarrollo integral de la persona.
El Movimiento Social Republicano y la lucha de los trabajadores
El MSR para que los trabajadores no seamos objetos del capital. Considera necesario una Alternativa que acabe con los abusos de los empresarios y del Gran Capital. No podemos permitir por más tiempo que los trabajadores, debido a la necesidad vital que todos tenemos por sobrevivir, aceptemos las condiciones inhumanas y humillantes a las cuales muchos de nosotros nos vemos abocados.
El MSR reivindica un VERDADERO SOCIALISMO, comunitario y nacional, un socialismo que acabe con este sistema laboral que solo beneficia a los empresarios desaprensivos y a los parásitos.
El MSR exige de forma inmediata las siguientes reivindicaciones:
- Reducción de la jornada laboral a 35 horas - de partida- sin disminución del salario.
- Una justa y real percepción de pensiones dignas. Basta de limosnas para nuestros jubilados;
- La transformación de todas las formas de empleo precarias en contratos indefinidos. Trabajo fijo y estable para todos;
- Plena igualdad de derechos y obligaciones laborales para hombres y mujeres. Hoy en pleno siglo XXI, todavía se dan a menudo casos de flagrante discriminación laboral por razones de sexo;
- El aumento del salario mínimo interprofesional hasta los 1000 euros, con una revisión anual acorde con el aumento del coste de la vida. Si los políticos se aprueban sueldos elevadísimos ¿con que derecho dictan salarios basura?;
- Endurecimiento de penas para todos aquellos empresarios que defrauden al Estado y que perjudiquen la integridad y los derechos del trabajador. Asimismo, penar también con dureza a los parásitos de nuestra comunidad, es decir, a todos aquellos que viven de la estafa social y laboral.
ES LA HORA DE LA MOVILIZACIÓN. EL SOCIALISMO Y LA LIBERTAD NO SE REGALAN, ¡¡¡SE CONQUISTAN!!!
Sec. Nac. de Comunicación del Movimiento Social Republicano
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios: